El sábado 16 de agosto, las seis jóvenes que decidieron convertirse en Mariposas, transformando sus vidas a través de la experiencia durante 40 días en nuestro Instituto “Stella Maris”, retornaron a sus hogares, llenas de fe, esperanza y una mezcla de felicidad y pena por terminar una temporada en la que vivieron experiencias que solo ellas sabrán atesorar en sus jóvenes corazones.
De esa manera, se concretó la Primera generación de Maripositas, fruto de nuestro apostolado a través del Instituto de Vida Consagrada “Stella Maris”
Felicitamos de veras el esfuerzo realizado por las Estrellitas, que este tiempo, dedicaron sus vidas a la formación de estas jóvenes durante 24 horas cada día, bajo la mirada tierna, pero vigilante de nuestra Madre Espiritual.
No dudamos, que estas maripositas comenzarán a cosechar frutos de bendiciones en sus vidas, encaminadas a una cercanía muy profunda con Jesús, nuestro Salvador y Señor.
Éste número, y algunos de los siguientes, iremos presentando a ustedes los testimonios que nos dejaron las Maripositas sobre lo vivido y que llevan atesorado como base para su futura vida.
Testimonio
Mi experiencia dentro del Santuario es verdaderamente de una gran transformación. Ahora entiendo porque entramos como larvas y salimos como mariposas; puesto que eso ha pasado en mí; ese gran cambio del cual sólo Dios puede ser el autor.
Yo entré siendo una persona que no tenía en su corazón a –Dios, y un mes después me siento inundada y llena de su amor. Sé que me falta mucho por conocerlo, pero lo poco que ahora sé de El, me basta para querer amarlo con todo mi ser.
Su amor me ha hecho ver lo maravillosa que es la vida, y a disfrutar de su creación, como el detenerte a oler una flor o ver el atardecer. Con su amor va llenando ese vacío que toda mi vida me había acompañado.
Es maravilloso sentir ese amor y esas ganas de vivir y de agradecer por todo lo que É te da. Es sonreír de corazón, tener paz y sentir necesidad de compartir todo tu amor y felicidad con todos.
He aprendido a ver a Dios en cada persona. Sé que me falta mucho, pero estos días han sido suficientes para que decida amarlo y caminar de la mano de El.
Una Mariposa
De esa manera, se concretó la Primera generación de Maripositas, fruto de nuestro apostolado a través del Instituto de Vida Consagrada “Stella Maris”
Felicitamos de veras el esfuerzo realizado por las Estrellitas, que este tiempo, dedicaron sus vidas a la formación de estas jóvenes durante 24 horas cada día, bajo la mirada tierna, pero vigilante de nuestra Madre Espiritual.
No dudamos, que estas maripositas comenzarán a cosechar frutos de bendiciones en sus vidas, encaminadas a una cercanía muy profunda con Jesús, nuestro Salvador y Señor.
Éste número, y algunos de los siguientes, iremos presentando a ustedes los testimonios que nos dejaron las Maripositas sobre lo vivido y que llevan atesorado como base para su futura vida.
Testimonio
Mi experiencia dentro del Santuario es verdaderamente de una gran transformación. Ahora entiendo porque entramos como larvas y salimos como mariposas; puesto que eso ha pasado en mí; ese gran cambio del cual sólo Dios puede ser el autor.
Yo entré siendo una persona que no tenía en su corazón a –Dios, y un mes después me siento inundada y llena de su amor. Sé que me falta mucho por conocerlo, pero lo poco que ahora sé de El, me basta para querer amarlo con todo mi ser.
Su amor me ha hecho ver lo maravillosa que es la vida, y a disfrutar de su creación, como el detenerte a oler una flor o ver el atardecer. Con su amor va llenando ese vacío que toda mi vida me había acompañado.
Es maravilloso sentir ese amor y esas ganas de vivir y de agradecer por todo lo que É te da. Es sonreír de corazón, tener paz y sentir necesidad de compartir todo tu amor y felicidad con todos.
He aprendido a ver a Dios en cada persona. Sé que me falta mucho, pero estos días han sido suficientes para que decida amarlo y caminar de la mano de El.
Una Mariposa
1 comentario:
Qué hermosos recuerdos quedan grabados, y qué nostalgia al recordar. Les agradezco haber compartido este tiempo vivo conmigo. A todos llevo en el corazón.
Gracias por todo el cariño!
Diana
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