Una aplicación del Evangelio de esta semana a nuestra vida, nos lleva a contemplar entre otras muchas posibilidades (como siempre sucede con la Palabra de Dios), por una parte el reconocimiento de Pedro (y nuestro) a Jesús como el Mesías, el Hijo de Dios Vivo, el Enviado del Padre, prometido desde el inicio de los tiempos, para redención y salvación de la humanidad.
Siguiendo ésta línea, podemos detenernos en hacer la pregunta de Jesús, como dirigida a nosotros mismos, y con seguridad nuestra respuesta, nos lleva a darnos cuenta de la verdadera necesidad de tomar más en serio la cercanía que Dios desea tener con el ser humano, incluidos tú y yo, su deseo de una relación íntima y personal, y de ahí podemos, mediante la contemplación de este misterio tan maravilloso, observar las muchísimas veces que Él ha susurrado a nuestros oídos las muestras de su amor, tan poderoso, tan real y tan presente, que llega hasta la sutileza de una ternura infinita, que acaricia el alma aún cuando por nuestras accionas, nos ponemos en el “bando contrario”.
Esta presencia tan cercana de Jesús, debe ser una constante en mi vida, y debo repetir su pregunta constantemente: “¿Quién dices tú que soy Yo? Porque, si me reconoces como tu Mesías, como tu Salvador, no puedes dejar de reconocerte a ti mismo como mi enviado, como mi embajador, para que muestres al mundo con tu manera de vivir, todo lo que Yo ofrezco, lo que he venido a enseñar, por lo que he dado mi vida misma.”
Quizás entonces, lo que me está haciendo falta, sea estar plenamente consciente (las 24 horas del día), de mi condición de embajador de Cristo. “Esto no te lo ha revelado la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos”, significa que aquello que yo siento como una verdad en mí, no es algo innato, ni es fruto de mi inteligencia ni de ninguna de mis capacidades, sino que viene directamente del Padre, que Él en persona se fijó en mi, me amó aunque yo no lo conocía, y decidió elegirme como una piedrecita más del edificio de su Iglesia, o sea, me miró como a algo útil para sus planes, se complació en asignar un valor a mi vida, me puso entre los materiales buenos para su construcción.
Él se acercó a mi pobreza, para revelarme que envió a Su Hijo para salvarme a mí. Al reconocerlo a Él como a mi Dios, debo reconocer también, que mi condición de enviado, me coloca en un sitial de privilegio frente a mis instintos y todas las pequeñeces en las que suelo caer tan frecuentemente. Al darme la condición de enviado, me dio también la autoridad y la dignidad suficientes como para que yo lo represente, como debe representar un embajador a quién lo envía.
Pero, al saber que Él es un Dios bueno y misericordioso, también debo reconocer que conoce muy bien mis miserias, mis debilidades, y que por amor, las ha ocultado en lo profundo de su Corazón, y por eso, cuando me mira, me sigue amando, mantiene su confianza y su esperanza en mí, ¿Cómo entonces, no responderle con la misma altura, con la misma confianza, con la misma esperanza, con el mismo amor?
Si hago el esfuerzo de mantenerme constantemente en el ejercicio de mis funciones, en la responsabilidad y el privilegio de mostrar al mundo qué es lo que Jesús hizo, y hoy mismo sigue haciendo en mi vida, entones también puedo mantener para mí la promesa de ser parte de la construcción de su Iglesia. Cuando Jesús eligió a Pedro como la piedra sobre la que levantaría tan hermoso edificio, no dejó al azar el resto de la construcción. Jesús nos vio también a ti y a mi, y supo en qué muro, en qué lugar nos veríamos mejor, encajaríamos perfectamente, y seguramente, como cualquier artista, sonrió complacido.
¡Qué esperanza tan linda tenemos los católicos, si logramos aprender a vivir las enseñanzas de Cristo!, pero no debemos descuidarnos, porque sabemos que hay un enemigo, que no duda en llenarnos de lodo, queriendo hacernos inservibles para nuestro arquitecto. Es necesario mantenernos en vigilia constante, para limpiar nuestras impurezas, nuestras aristas, que por feas y filosas, no dejan de lastimar las manos de Jesús, ya heridas por los clavos. Debemos observarnos constantemente en el espejo de sus ojos, para mantenernos limpios, tallados y pulidos como Él nos necesita y nos quiere.
Porque cuando Él necesite ponernos en el muro, sería muy bello que nos coloque junto a nuestros seres queridos, nuestros padres, nuestros hijos, nuestros amigos, y que cuando nos contemple sentado junto al fuego de la chimenea, suspire contento y orgulloso del brillo de cada una de esas piedras elegidas con tanto amor.
Televisión en vivo de Catholic.net
lunes, 25 de agosto de 2008
Otro testimonio de las Maripositas
La consagración a María por medio de Jesús es una experiencia de convivencia comunitaria y recogimiento personal. En este tranquilo lugar se nos abren puertas amorosas que nos apoyan en el conocimiento de Cristo y la formación espiritual, robustecida con talleres, pláticas y testimonios, pero sobre todo con la oración y los sacramentos.
En este espacio somos soporte y peso, llanto y alegría en participación continua, todas con el mismo lenguaje de la búsqueda de Dios. Y rompiendo nuestros esquemas pasados hasta liberarnos de nuestro capullo extendiendo las alas que nos llevarán a volar a Dios.
En este espacio somos soporte y peso, llanto y alegría en participación continua, todas con el mismo lenguaje de la búsqueda de Dios. Y rompiendo nuestros esquemas pasados hasta liberarnos de nuestro capullo extendiendo las alas que nos llevarán a volar a Dios.
Una iniciativa de ANE Toluca
AYUNO POR LA VIDA
En que consiste?
En comer únicamente pan (sin azúcar), y tomar agua* (sin sabor) durante 6 días del domingo 22 al Viernes 29 de Agosto, acompañado de las siguientes oraciones. **
· 1 Misterio del Rosario (El correspondiente al día)
· 1 Hora Santa
· Misa por la intención (Deberán pedir la misa en sus parroquias por el respeto absoluto a la vida humana desde la concepción)
· Condiciones:
· Confesarse el día domingo y ofrecer a la Virgen de Guadalupe estos 6 días de sacrificio por la no legalización del aborto en nuestro país que es Su casa.
· Amarrarse después de la comunión un listoncito color azul en la muñeca del brazo izquierdo (Como pulsera).
· Mandar sus datos (Nombre completo y correo electrónico) a: tfabiola@yahoo.com
*Si se padece de presión baja pueden tomar jugos naturales y agua endulzada
** En caso de no poder realizar el ayuno de esta forma por cuestiones de salud, se deberá especificar en el correo electrónico que mande al inscribirse, y nos tendrá que dar la alternativa por ejemplo (no desayunar, no cenar, no comer pan y tortillas, no tomar coca cola, no comer postres, comer únicamente ensalada etc.)
SI QUIERES PROMOVER ESTA CAUSA
Puedes hacer lo siguiente:
· Por correo electrónico: Mandar este texto a todos tus conocidos
· En tu parroquia: Imprimir el poster y pegarlo.
· Dejar unas hojas para la gente que quiera apuntarse, recolectarlas el lunes por la mañana y mandar un mail con los datos a tfabiola@yahoo.com
· Invitar a la gente en las misas del viernes y del sábado, a participar en la campaña
Con tu familia y conocidos:
· Explicarles en que consiste la campaña e invitarlos a participar
· Inscribirlos y mandar sus datos a tfabiola@yahoo.com
· Comprar unos metros de listón y obsequiarles la pulserita
· Recomendamos encomendarse a San Ramón Nonato y a San Juan Bautista, esta campaña la encabeza la Santísima Virgen de Guadalupe.
Mayores Informes:
Fabiola Pérez ID Nextel: 62*13*48340 Cel: 044 72 2423 34 76.
tfabiola@yahoo.com
En que consiste?
En comer únicamente pan (sin azúcar), y tomar agua* (sin sabor) durante 6 días del domingo 22 al Viernes 29 de Agosto, acompañado de las siguientes oraciones. **
· 1 Misterio del Rosario (El correspondiente al día)
· 1 Hora Santa
· Misa por la intención (Deberán pedir la misa en sus parroquias por el respeto absoluto a la vida humana desde la concepción)
· Condiciones:
· Confesarse el día domingo y ofrecer a la Virgen de Guadalupe estos 6 días de sacrificio por la no legalización del aborto en nuestro país que es Su casa.
· Amarrarse después de la comunión un listoncito color azul en la muñeca del brazo izquierdo (Como pulsera).
· Mandar sus datos (Nombre completo y correo electrónico) a: tfabiola@yahoo.com
*Si se padece de presión baja pueden tomar jugos naturales y agua endulzada
** En caso de no poder realizar el ayuno de esta forma por cuestiones de salud, se deberá especificar en el correo electrónico que mande al inscribirse, y nos tendrá que dar la alternativa por ejemplo (no desayunar, no cenar, no comer pan y tortillas, no tomar coca cola, no comer postres, comer únicamente ensalada etc.)
SI QUIERES PROMOVER ESTA CAUSA
Puedes hacer lo siguiente:
· Por correo electrónico: Mandar este texto a todos tus conocidos
· En tu parroquia: Imprimir el poster y pegarlo.
· Dejar unas hojas para la gente que quiera apuntarse, recolectarlas el lunes por la mañana y mandar un mail con los datos a tfabiola@yahoo.com
· Invitar a la gente en las misas del viernes y del sábado, a participar en la campaña
Con tu familia y conocidos:
· Explicarles en que consiste la campaña e invitarlos a participar
· Inscribirlos y mandar sus datos a tfabiola@yahoo.com
· Comprar unos metros de listón y obsequiarles la pulserita
· Recomendamos encomendarse a San Ramón Nonato y a San Juan Bautista, esta campaña la encabeza la Santísima Virgen de Guadalupe.
Mayores Informes:
Fabiola Pérez ID Nextel: 62*13*48340 Cel: 044 72 2423 34 76.
tfabiola@yahoo.com
Perra salva a bebé abandonado y lo protege con sus cachorros
La Plata, 21 de agosto (Nota de “El Comercial” de Formosa, Argentina) - Una perra le salvó la vida a un bebé recién nacido que había sido abandonado por su madre adolescente, al recogerlo en un descampado y cobijarlo junto a sus cachorros en una cucha de una vivienda de la localidad de Abasto, en el partido de La Plata.
El animal, una cruza de ovejero alemán, rescató al bebé y lo salvó de morir de las bajas temperaturas registradas anoche cuando además lloviznaba en el lugar, un sector semi rural de quintas, informó una fuente de la comisaría de Abasto a Télam.
La perra arrastró unos metros con su hocico al bebé y lo llevó junto a sus cachorros, lo que le produjo a la criatura escoriaciones menores en distintas parte de su cuerpo.
"También su cuerpo tenía marcas de los dientes de la perra seguramente producidas cuando con su boca lo fue arrastrando para juntarlo con los cachorros".
A pesar de las alternativas sufridas, el bebé está fuera de peligro internado en el área de neonatología de un hospital pediátrico local, según un parte médico conocido esta tarde.
El bebé fue rescatado por la perra poco después de que su madre, una niña de 14 años, diera a luz en un descampado y la dejara abandonada.
El caso se conoció esta mañana cuando un hombre que había oído el llanto de un bebé llamó a la policía de la seccional Abasto y contó lo que ocurría.
La perra lleva el nombre de "China" y cuando recorría el lugar halló a la niña y la trasladó hasta su cucha, en un galpón de una quinta de las calles 506 entre 197 y 198, de Abasto, donde estaban sus cachorros.
El dueño de la perra, cuya identidad no trascendió, descubrió a la beba entre los perritos de pocos días de vida y de inmediato avisó a la policía. Efectivos policiales se presentaron en la quinta y se hicieron cargo de la recién nacida, que estaba completamente desnuda, y la trasladaron de urgencia al hospital "Alejandro Korn", de Melchor Romero.
El director del hospital, Egidio Melía, explicó en declaraciones a la prensa, que "la beba está bien de salud, pesa 4 kilos, y tiene algunas escoriaciones en la boca y algunos hematomas".
Melía afirmó que "el instinto maternal de la perra fue más fuerte que el instinto maternal de la madre". La causa, caratulada "abandono de persona", quedó a cargo de la fiscalía número 1 de La Plata, a cargo de Ana Medina.
Poco después, la madre acompañada por un vecino se presentó en ese centro de salud, para recibir atención especializada.
La adolescente quedó internada pero "a más tardar mañana será dada de alta porque su salud no corre peligro", dijo Melía. La beba fue derivada después al Hospital de Niños "Sor Martía Ludovica", de La Plata, y los médicos que la atendieron explicaron que tiene muy pocas horas de vida y 39 semanas de gestación.
La causa fue caratulada como abandono de persona, y está a cargo de la titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1, Ana María Heredia, del Departamento Judicial La Plata.
Erminia Itarte, directora del Hospital de Niños, informó a Télam que "el bebé está estable y es sometido a un tratamiento medicamentoso para prevenir riesgos de infección".
Itarte explicó que "está internado en observación en la sala de terapia neonatal y en los próximos días será dado de alta".-
El animal, una cruza de ovejero alemán, rescató al bebé y lo salvó de morir de las bajas temperaturas registradas anoche cuando además lloviznaba en el lugar, un sector semi rural de quintas, informó una fuente de la comisaría de Abasto a Télam.
La perra arrastró unos metros con su hocico al bebé y lo llevó junto a sus cachorros, lo que le produjo a la criatura escoriaciones menores en distintas parte de su cuerpo.
"También su cuerpo tenía marcas de los dientes de la perra seguramente producidas cuando con su boca lo fue arrastrando para juntarlo con los cachorros".
A pesar de las alternativas sufridas, el bebé está fuera de peligro internado en el área de neonatología de un hospital pediátrico local, según un parte médico conocido esta tarde.
El bebé fue rescatado por la perra poco después de que su madre, una niña de 14 años, diera a luz en un descampado y la dejara abandonada.
El caso se conoció esta mañana cuando un hombre que había oído el llanto de un bebé llamó a la policía de la seccional Abasto y contó lo que ocurría.
La perra lleva el nombre de "China" y cuando recorría el lugar halló a la niña y la trasladó hasta su cucha, en un galpón de una quinta de las calles 506 entre 197 y 198, de Abasto, donde estaban sus cachorros.
El dueño de la perra, cuya identidad no trascendió, descubrió a la beba entre los perritos de pocos días de vida y de inmediato avisó a la policía. Efectivos policiales se presentaron en la quinta y se hicieron cargo de la recién nacida, que estaba completamente desnuda, y la trasladaron de urgencia al hospital "Alejandro Korn", de Melchor Romero.
El director del hospital, Egidio Melía, explicó en declaraciones a la prensa, que "la beba está bien de salud, pesa 4 kilos, y tiene algunas escoriaciones en la boca y algunos hematomas".
Melía afirmó que "el instinto maternal de la perra fue más fuerte que el instinto maternal de la madre". La causa, caratulada "abandono de persona", quedó a cargo de la fiscalía número 1 de La Plata, a cargo de Ana Medina.
Poco después, la madre acompañada por un vecino se presentó en ese centro de salud, para recibir atención especializada.
La adolescente quedó internada pero "a más tardar mañana será dada de alta porque su salud no corre peligro", dijo Melía. La beba fue derivada después al Hospital de Niños "Sor Martía Ludovica", de La Plata, y los médicos que la atendieron explicaron que tiene muy pocas horas de vida y 39 semanas de gestación.
La causa fue caratulada como abandono de persona, y está a cargo de la titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1, Ana María Heredia, del Departamento Judicial La Plata.
Erminia Itarte, directora del Hospital de Niños, informó a Télam que "el bebé está estable y es sometido a un tratamiento medicamentoso para prevenir riesgos de infección".
Itarte explicó que "está internado en observación en la sala de terapia neonatal y en los próximos días será dado de alta".-
Hermanos y hermanas mayores
Fuente: Catholic.net
Autor: H. Arturo Guerra, L.C.
Llegué un par de minutos antes de que empezara la misa de una y media en una parroquia de aquella ciudad. Entré.
Me encontré con un nutrido grupo de hombres y mujeres en callada piedad; desde mi punto de vista, muy mayores. Sólo desentonábamos una mamá, su inquieto bebé que desde un carrito azul se esforzaba por dejar claro que estaba presente, y yo.
Es posible que llegados a este punto a alguien se le ocurra comentar que a la iglesia sólo van los viejos porque no tienen nada que hacer, porque no saben cómo administrar su aburrimiento, porque comienzan a temer irracionalmente el después de la muerte...
Pero dudo mucho que esos pensamientos reflejen la realidad...
Son ellos quizá los que asisten a la iglesia más libremente... Algunos están ahí después de haberlo probado todo en la vida (excepto a Dios) y finalmente han descubierto en Él una felicidad que sabe a eternidad. Otros vuelven con lágrimas en los ojos después de haber malgastado la fortuna lejos de la casa del Padre. Otros nunca se marcharon; han estado ahí todo el tiempo porque desde siempre Dios ha fundamentado su plenitud humana y su realización como personas...
Qué historias detrás de cada uno de ellos, qué itinerarios, qué depósitos de experiencias, qué caminos, qué sedimentos de vivencias multicolores, qué pluralidad de modos de vida...
Sí, ellos vislumbran una eternidad ya cercana... Pero ésa es una eternidad que a todos nos aguarda. No sólo a ellos. Ninguno de nosotros sabemos ni el día ni la hora. Es un misterio que ningún científico, ninguna técnica, ninguna ideología han podido explicar ni descifrar: simplemente porque no les compete...
Unos con bastón, otros con temblores, otros no pueden ya arrodillarse, otros hacen su mayor esfuerzo por realizar un gesto de adoración en la consagración, ese momento en el que un trozo de pan y unas gotas de vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Cómo debería interpelarnos su religiosidad, cómo deberíamos acordarnos de que la vida es breve, de que tarde o temprano esa vida llegará a su fin, de que nuestra juventud y nuestros proyectos pasarán más rápido de lo que nos imaginamos, de que al final de la vida lo único que va a quedar será lo que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos los hombres, de que entonces muchas cosas se habrán ya evaporado porque realmente no eran importantes a pesar de los muchos años y años que hayamos dedicado a acariciarlas: dígase salud, dinero...
Entre estas personas puede percibirse una fina sensibilidad hacia el mundo sobrenatural. Para algunos de ellos el hecho de conocer demasiado el mundo les ha dejado vacíos y les ha acercado al mundo espiritual, al de Dios, donde ni la polilla carcome ni la herrumbre corroe. No es que hayan dejado de amar su planeta, su terruño, sus seres queridos. Siguen siendo de este mundo. Tan de este mundo que una de las presentes venía de sus compras y había dejado recargadas sobre el muro un par de bolsas repletas, de las que sobresalía un frasco de detergente para pisos... Pero se han hecho más sensibles a una realidad que antes sólo conocían de lejos y que ahora, en cierto sentido, son capaces de tocarla.
También el sacerdote celebrante era anciano. Sobre la nariz llevaba una gasa blanca. Su dicción a veces se entrecortaba. Pero ese rostro parchado y esa voz quebrada traslucían una bondad acendrada y añeja fruto de muchos inviernos al servicio de Dios y de los hombres.
Cuenta Tatiana Góricheva -una rusa ortodoxa conversa desde el ateísmo más militante- que durante los años más represivos contra la religión por parte del gobierno soviético, agentes estatales “profetizaban” a un sacerdote ortodoxo más o menos en estos términos: dése cuenta que su Iglesia morirá pronto, basta que usted constate que actualmente a su iglesia sólo asisten unas cuantas viejas ignorantes; una vez que mueran esas ancianas usted se quedará sin trabajo y podremos dar el último adiós a su religión que quedará como reliquia de un pasado oscurantista y supersticioso.
Y lo curioso es que la URSS como sistema es ya una triste reliquia del pasado...
El bebé, como buen bebé, en algún momento de la misa lloró sonoramente... Y es muy posible que él, cuando alcance la edad de 80 años, asista a la misa de una y media de esa parroquia; y quizá vendrá acompañado de alguno de sus inquietos nietos recostado en un carrito azul o amarillo o negro...
Junto a ese bebé yo también me sentí un poco intruso en tan madura asamblea. Pero al mismo tiempo me sentí en casa, en familia, como hermano pequeño en la fe. Esa fe que lleva trasmitiéndose dos mil años de generación en generación. ¡Gracias, hermanas y hermanos mayores!
Arturo Guerra, LC
Comentarios al autor aguerra@arcol.org
Autor: H. Arturo Guerra, L.C.
Llegué un par de minutos antes de que empezara la misa de una y media en una parroquia de aquella ciudad. Entré.
Me encontré con un nutrido grupo de hombres y mujeres en callada piedad; desde mi punto de vista, muy mayores. Sólo desentonábamos una mamá, su inquieto bebé que desde un carrito azul se esforzaba por dejar claro que estaba presente, y yo.
Es posible que llegados a este punto a alguien se le ocurra comentar que a la iglesia sólo van los viejos porque no tienen nada que hacer, porque no saben cómo administrar su aburrimiento, porque comienzan a temer irracionalmente el después de la muerte...
Pero dudo mucho que esos pensamientos reflejen la realidad...
Son ellos quizá los que asisten a la iglesia más libremente... Algunos están ahí después de haberlo probado todo en la vida (excepto a Dios) y finalmente han descubierto en Él una felicidad que sabe a eternidad. Otros vuelven con lágrimas en los ojos después de haber malgastado la fortuna lejos de la casa del Padre. Otros nunca se marcharon; han estado ahí todo el tiempo porque desde siempre Dios ha fundamentado su plenitud humana y su realización como personas...
Qué historias detrás de cada uno de ellos, qué itinerarios, qué depósitos de experiencias, qué caminos, qué sedimentos de vivencias multicolores, qué pluralidad de modos de vida...
Sí, ellos vislumbran una eternidad ya cercana... Pero ésa es una eternidad que a todos nos aguarda. No sólo a ellos. Ninguno de nosotros sabemos ni el día ni la hora. Es un misterio que ningún científico, ninguna técnica, ninguna ideología han podido explicar ni descifrar: simplemente porque no les compete...
Unos con bastón, otros con temblores, otros no pueden ya arrodillarse, otros hacen su mayor esfuerzo por realizar un gesto de adoración en la consagración, ese momento en el que un trozo de pan y unas gotas de vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Cómo debería interpelarnos su religiosidad, cómo deberíamos acordarnos de que la vida es breve, de que tarde o temprano esa vida llegará a su fin, de que nuestra juventud y nuestros proyectos pasarán más rápido de lo que nos imaginamos, de que al final de la vida lo único que va a quedar será lo que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos los hombres, de que entonces muchas cosas se habrán ya evaporado porque realmente no eran importantes a pesar de los muchos años y años que hayamos dedicado a acariciarlas: dígase salud, dinero...
Entre estas personas puede percibirse una fina sensibilidad hacia el mundo sobrenatural. Para algunos de ellos el hecho de conocer demasiado el mundo les ha dejado vacíos y les ha acercado al mundo espiritual, al de Dios, donde ni la polilla carcome ni la herrumbre corroe. No es que hayan dejado de amar su planeta, su terruño, sus seres queridos. Siguen siendo de este mundo. Tan de este mundo que una de las presentes venía de sus compras y había dejado recargadas sobre el muro un par de bolsas repletas, de las que sobresalía un frasco de detergente para pisos... Pero se han hecho más sensibles a una realidad que antes sólo conocían de lejos y que ahora, en cierto sentido, son capaces de tocarla.
También el sacerdote celebrante era anciano. Sobre la nariz llevaba una gasa blanca. Su dicción a veces se entrecortaba. Pero ese rostro parchado y esa voz quebrada traslucían una bondad acendrada y añeja fruto de muchos inviernos al servicio de Dios y de los hombres.
Cuenta Tatiana Góricheva -una rusa ortodoxa conversa desde el ateísmo más militante- que durante los años más represivos contra la religión por parte del gobierno soviético, agentes estatales “profetizaban” a un sacerdote ortodoxo más o menos en estos términos: dése cuenta que su Iglesia morirá pronto, basta que usted constate que actualmente a su iglesia sólo asisten unas cuantas viejas ignorantes; una vez que mueran esas ancianas usted se quedará sin trabajo y podremos dar el último adiós a su religión que quedará como reliquia de un pasado oscurantista y supersticioso.
Y lo curioso es que la URSS como sistema es ya una triste reliquia del pasado...
El bebé, como buen bebé, en algún momento de la misa lloró sonoramente... Y es muy posible que él, cuando alcance la edad de 80 años, asista a la misa de una y media de esa parroquia; y quizá vendrá acompañado de alguno de sus inquietos nietos recostado en un carrito azul o amarillo o negro...
Junto a ese bebé yo también me sentí un poco intruso en tan madura asamblea. Pero al mismo tiempo me sentí en casa, en familia, como hermano pequeño en la fe. Esa fe que lleva trasmitiéndose dos mil años de generación en generación. ¡Gracias, hermanas y hermanos mayores!
Arturo Guerra, LC
Comentarios al autor aguerra@arcol.org
"Fui violada y quedé embarazada a los 16… pero aún así amo a mi bebé"
LONDRES, 21 Ago. 08 (ACI).-El periódico Daily Mail recogió el impactante testimonio de Elizabeth Cameron, una joven de 19 años que resultó embrazada tras una salvaje violación, pese a las presiones de su entorno decidió tener a su bebé y hoy asegura que nunca se arrepentirá de haber optado por la vida de su hija.
En diciembre de 2005, Elizabeth tenía 16 años de edad, era una chica estudiosa y tímida. Una noche después de clases mientras esperaba que su madre la recogiera de su centro estudios, tres encapuchados la metieron en una camioneta por la fuerza y la violaron. Nunca pudo reconocerlos.
Cuando supo que estaba embarazada, el sufrimiento aumentó. "Todo el mundo, salvo mi mamá, decía que debía tener un aborto. Mi papá incluso concertó una cita en la clínica, ahí trataron de convencerme de que era sólo una masa de células y que todo sería muy rápido", recuerda Elizabeth.
"En la escuela, mis amigos –la mayoría de los cuales no sabía de la violación– no podían entender por qué alguien de mi edad querría tener un bebé en vez de un aborto. Y los pocos a los que conté lo sucedido se horrorizaban más al saber que pretendía tener al bebé. Pero yo lo hice. Y no me arrepiento ni por un momento", asegura la joven.
"Cada vez que miro a Phoebe, sé que tomé la decisión correcta. Nunca quise poner fin a la vida de mi bebé sólo por la forma en que fue concebida", indicó.
Según el reportaje del Daily Mail, Elizabeth alguna vez compartió la idea de que dar a luz al hijo de un violador es impensable, pero desde que vio a su bebé en el primer ultrasonido sintió mucha ternura.
"Me sorprende lo fácil que surgió el amor por mi hija mientras crecía dentro de mí, pero debo admitir que temía que mis sentimientos cambiaran cuando la viera por primera vez", recuerda la joven.
Elizabeth sostiene que durante el embarazo tuvo muchas pesadillas sobre el ataque y pensaba que al tener al bebé recordaría más la violación. "Pero ella no me recordó esa noche y al tenerla supe que estar con ella era más importante que lo que había ocurrido", sostiene.
"No pude considerar entregarla en adopción. Mi madre fue abandonada de bebé en una estación de trenes de Londres y eso la afectó mucho. Crecí rechazando que alguien pudiera abandonar a un niño inocente", agregó.
La madre de Elizabeth apoya en todo a su hija. "La gente puede pensar que no es posible amar a un niño concebido de esa forma, pero créanme, la amo más justamente por eso", sostiene la abuela.
Elizabeth agrega: "Nunca he culpado a Phoebe por lo ocurrido. Aunque lo ocurrido fue aterrador, saber que iba a ser madre me ayudó a concentrarme en otra cosa. Supuse que debía tratar de ver más allá de lo ocurrido, y ver la vida que se había creado".
Phoebe tiene casi dos años y le costó mucho reconciliarse con su padre por intentar hacerla abortar. "Ahora él la ama y eso es lo importante. Sé que necesita una figura paterna en su vida", asegura Elizabeth.
Elizabeth se prepara para el momento en que su hija crezca y le pregunte por su padre: "Si debo hacerlo, le diré que ella fue lo bueno que surgió de algo malo. Y le diré que nunca me arrepentí de tenerla y que no estaría lejos de ella por nada del mundo".
En diciembre de 2005, Elizabeth tenía 16 años de edad, era una chica estudiosa y tímida. Una noche después de clases mientras esperaba que su madre la recogiera de su centro estudios, tres encapuchados la metieron en una camioneta por la fuerza y la violaron. Nunca pudo reconocerlos.
Cuando supo que estaba embarazada, el sufrimiento aumentó. "Todo el mundo, salvo mi mamá, decía que debía tener un aborto. Mi papá incluso concertó una cita en la clínica, ahí trataron de convencerme de que era sólo una masa de células y que todo sería muy rápido", recuerda Elizabeth.
"En la escuela, mis amigos –la mayoría de los cuales no sabía de la violación– no podían entender por qué alguien de mi edad querría tener un bebé en vez de un aborto. Y los pocos a los que conté lo sucedido se horrorizaban más al saber que pretendía tener al bebé. Pero yo lo hice. Y no me arrepiento ni por un momento", asegura la joven.
"Cada vez que miro a Phoebe, sé que tomé la decisión correcta. Nunca quise poner fin a la vida de mi bebé sólo por la forma en que fue concebida", indicó.
Según el reportaje del Daily Mail, Elizabeth alguna vez compartió la idea de que dar a luz al hijo de un violador es impensable, pero desde que vio a su bebé en el primer ultrasonido sintió mucha ternura.
"Me sorprende lo fácil que surgió el amor por mi hija mientras crecía dentro de mí, pero debo admitir que temía que mis sentimientos cambiaran cuando la viera por primera vez", recuerda la joven.
Elizabeth sostiene que durante el embarazo tuvo muchas pesadillas sobre el ataque y pensaba que al tener al bebé recordaría más la violación. "Pero ella no me recordó esa noche y al tenerla supe que estar con ella era más importante que lo que había ocurrido", sostiene.
"No pude considerar entregarla en adopción. Mi madre fue abandonada de bebé en una estación de trenes de Londres y eso la afectó mucho. Crecí rechazando que alguien pudiera abandonar a un niño inocente", agregó.
La madre de Elizabeth apoya en todo a su hija. "La gente puede pensar que no es posible amar a un niño concebido de esa forma, pero créanme, la amo más justamente por eso", sostiene la abuela.
Elizabeth agrega: "Nunca he culpado a Phoebe por lo ocurrido. Aunque lo ocurrido fue aterrador, saber que iba a ser madre me ayudó a concentrarme en otra cosa. Supuse que debía tratar de ver más allá de lo ocurrido, y ver la vida que se había creado".
Phoebe tiene casi dos años y le costó mucho reconciliarse con su padre por intentar hacerla abortar. "Ahora él la ama y eso es lo importante. Sé que necesita una figura paterna en su vida", asegura Elizabeth.
Elizabeth se prepara para el momento en que su hija crezca y le pregunte por su padre: "Si debo hacerlo, le diré que ella fue lo bueno que surgió de algo malo. Y le diré que nunca me arrepentí de tenerla y que no estaría lejos de ella por nada del mundo".
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