Televisión en vivo de Catholic.net

lunes, 14 de julio de 2008

Editorial: Lo que los pájaros se comieron

La parábola del sembrador que la Iglesia nos propone como lectura de la Santa Misa de esta semana, es tan inmensa en su riqueza, que se pueden escribir libros enteros en base de ella. Vemos a Jesús, que sale de la casa a sentarse a orillas del lago, seguramente con el deseo íntimo de un tiempo de soledad y oración con su Padre, pero al ver a la multitud, se sube a la barca, y desde allí, nos deja esta maravillosa enseñanza.

Parte de la semilla que tira el sembrador, cae al borde del camino, y vienen los pájaros y se la comen. ¡Cuántas semillas hoy en día caen al borde del camino!

En un programa de televisión, al referirse a un llamado que realizó determinado gobierno para que los ciudadanos acudan a inscribirse en una institución, decía: Fue como las campanadas llamando a Misa, no asistió nadie.

¡Qué tristeza, qué pena, escuchar en un país que se dice ser mayoritariamente católico semejante expresión! La Santa Misa, que es el lugar por excelencia donde se proclama (léase se siembra) la Palabra de Dios, es sinónimo de ausentismo, de indiferencia, de abandono.

Por otro lado, un político decía: Si cualquier partido político del mundo lograría reunir la cantidad de gente que reúnen los católicos cada domingo, lograría realizar cualquiera de sus planes sin inconvenientes. Son millones de personas, que domingo a domingo llegan a los miles de templos.

Estas dos situaciones, nos muestran por un lado, que en realidad, son muy pocos lo que, diciéndose católicos, asisten a la celebración de la Santa Misa dominical, y que la mayoría de aquellos que si lo hacen, salen del templo tal y como entraron. No han recibido nada. Dicho de otra manera, la semilla que Dios sembró con su Palabra, con su sacrificio incruento, con su presencia completa, con la entrega de su Cuerpo y su Sangre en alimento para nosotros, cayó al borde del camino, y vinieron los pájaros, y se la comieron.

Dice Jesús en el Evangelio, que su Palabra no debe retornar sin producir algún fruto. Entonces, ¿qué hacemos nosotros con todo lo que nos regala Jesús en cada Misa? Porque, si hiciéramos una encuesta sencilla a la puerta del Templo, podríamos ver con vergüenza, qué pequeña es la cantidad de gente que recuerde alguna palabra del Evangelio o de la homilía.

En nuestra comunidad católica, pululan demasiados pájaros, demasiadas aves negras, que ni siquiera dejan a la semilla tocar la tierra, que se la comen con tanta rapidez que ni nos damos cuenta de lo que perdemos. Son los pájaros de la soberbia, de la vanidad, del miramiento social, de la falta de conciencia de la presencia de Dios Vivo en el Sacramento del Altar, de la indiferencia y el descuido espiritual, en fin, de tantas y tantas cosas, que hoy en día ocupan nuestra atención, tapando a Dios, que no hace otra cosa que estar atento a colocar amorosamente semillas en nuestro corazón en cada instante de nuestras vidas, pero especialmente durante la Santa Misa.

Allá, el Señor nos espera día tras día, para que participemos en su banquete de amor. Allá está presente el cielo entero, con María a la cabeza, prestos y expectantes para adorar a Jesús, cuando se hace presente en la Hostia Consagrada, allá están todos los santos, escuchando la Palabra de Dios, que es esa agua viva que una vez bebida, ya no se tiene sed. Allá está la solución a todas nuestras angustias y nuestras inseguridades, allá está el perdón, el olvido de nuestros males, allá está el dueño de la Misericordia, a quien nada podemos ocultar, y sin embargo, nada nos niega, porque Él está allá únicamente para darnos amor, con la esperanza de que nosotros lo repartamos entre nuestros hermanos como Él mismo nos lo pidió.

No podemos seguir asistiendo a la Misa, como el lugar donde mostrar nuestro último traje, el lugar donde demostrar nuestras ternuras con los hijos, o donde criticar a los demás. No podemos seguir dejando que esos miles de semillas que contiene cada lectura del Evangelio, cada palabra de la homilía, cada oración, cada comunión, se pierdan entre los picos filosos de nuestros pájaros sociales e irreverentes.

Dios no es ningún chiste, no es un personaje venido a menos con el paso de los años, jamás se tiene suficiente edad para dejarlo de lado, ni se es tan sabio como para encontrar que no lo necesitamos, porque cuando la desgracia toca a nuestra puerta, cuando la soledad rodea nuestro sillón preferido, cuando el eco del silencio ensordece nuestros oídos, cuando somos nadie para esa sociedad a la que le dimos nuestro tiempo, entonces es que comprendemos cuán lejos nos hemos ido de la casa de nuestro Padre, cuán equivocados hemos vivido.

Hermano, hermana, tú y yo ya hemos perdido demasiado tiempo, y ya es hora de emprender el retorno, pero en serio. Es hora de abrazar a nuestro Padre que pasó tantas horas mirando a lo lejos, esperando vernos llegar, y para comenzar el camino, hagamos lo posible para evitar que las semillas destinadas a nuestro corazón, caigan a la vera del camino.

Jesús no dejará de tirar semillas de amor y esperanza mientras tengamos vida. Solamente nos queda decidir ponernos de pié, para evitar que sigan bajando los pájaros, y se coman tus semillas y las mías.

Dos testimonios del amor de Dios en la tribulación


Hace unos cuantos días, enviamos a ustedes un pedido de oración por Rafaelito Pastrana, que tiene que ser diagnosticado de una enfermedad en sus ojitos.

Ese pedido, nos hizo enterarnos que nuestra hermana María Elena de Lavin, esposa de Jesús Lavin de ANE Ciudad Victoria, Tamaulipas, se encuentra en una situación parecida. Ella ya fue diagnosticada con cáncer en el seno, y ahora debe empezar el tratamiento con la ayuda de Dios.

Los dolores de nuestros hermanos, son nuestros dolores, y son más crudos y fuertes, cuando la impotencia de nuestra fragilidad humana nos hace cerrar los puños con desesperación, y no nos queda otra cosa que elevar los ojos al cielo en busca de Dios, origen y fin de todo, alfa y omega nuestro, que lleno de amor no deja de escuchar nuestros clamores.

Queremos compartir con todos ustedes, estos dos mails que nos enviaron , el primero desde Chiapas, y el segundo desde Ciudad Victoria, y les recordamos ese viejo dicho de: Hoy por ti, mañana por mi.

“Richi, gracias por todo pero sobre todo gracias a Dios, que también en los momentos difíciles nos sigue bendiciendo y mostrando su misericordia. He leído y releído el mensaje que me enviaste y lo he tomado como palabras del Señor para nosotros. Cuando pienso en lo que pueda pasar, vuelvo a leerlo y me hace sentir como si ahí estuviera Diosito diciéndomelo.
El saber de la oración tan fuerte que todos como hermanos me ayudan a hacer y sabernos parte de esta gran familia, nos ha reconfortado y hemos empezado a entender muchas cosas, y sobre todo hemos dejado TODO en manos del Señor. Solo El sabe qué va a pasar con Rafael, y vamos a aceptarlo con fortaleza y de la mano de nuestro Padre.
Le pido a Dios Nuestro Señor por todas aquellas personas que hacen oración por mi hijo. Estoy segura que las bendiciones se derramarán sobre ellos, a todos un abrazo y mi eterno agradecimiento.

Si Dios lo permite el lunes a las 5pm tenemos la cita, cuando hablamos con el Doctor lo sentimos un poco preocupado y nos pidió que consideráramos que sería algo serio pero tiene que verlo y saber qué pasa verdaderamente, para enviarnos con un especialista y tener el diagnóstico más certero.
En cuanto sepamos qué sucede nos comunicamos con ustedes, gracias, los queremos muchos, gracias por todo. Que Dios los bendiga.
More”

Y el segundo mail dice así:

“Querido Hermano:

Hace unos minutos confirmaron el diagnóstico por vía telefónica.

Te lo comunico en medio de sentimientos de contradicción. Siento dolor en las piernas. Nudo en la garganta. Lágrimas asoman apenas a mis ojos. Y es que veo al frente un camino de angustia y sufrimiento.
Veo a mi esposa acelerada. Pocas lágrimas también. Nos angustia la indecisión ahora y el camino de decisiones después ¿Cuál será el mejor tratamiento? ¿A qué médicos y hospitales acudir? ¿Cuál de los tratamientos escogeremos? ¿Cuánto tiempo tendremos encima este viacrucis? A mi esposa le preocupa cómo se sentirá después.

Pero en medio de todo veo a mi esposa diferente a como se comportaba hasta hace poco tiempo. Antes hubiera reaccionado llorando a lágrima viva, desesperada de dolor, como lo hacía frente a las enfermedades de ella o de sus seres queridos. Hoy, al recibir ella la noticia, vía telefónica, la vi más fuerte que nunca antes. Preguntaba al médico con tranquilidad respecto a tiempos y tratamientos adecuados. Y de inmediato está tomando decisiones. Ha salido por las láminas para llevarla a otro patólogo y ver una segunda opinión. Es sano.

Por mi parte he iniciado la búsqueda del mejor tratamiento en México. Entré al portal de Médica Sur, porque allá conocí a un amigo, el doctor Misael Uribe quien era o es Presidente del Grupo Hospitalario. Y hace tres años atendió a mi Padre del mismo mal, pero en la próstata, con excelentes resultados y un tratamiento más llevadero o menos fuerte que lo usual. Pero hace algún tiempo no he tenido contacto con él. Espero encontrarlo pronto. Él me ayudará a tomar la decisión respecto a las preguntas antes planteadas.

Con la Fe y la Esperanza en Jesús, en quien el Padre ha puesto todas las cosas, me despido con un fuerte abrazo de hermano, rogándote las oraciones de los miembros de nuestro Apostolado para tener la Fortaleza de Dios en nuestra debilidad.
Jesús Lavín”

Oremos hermanos queridos, pongamos nuestros corazones en carne viva, suplicando a Dios nuestro Señor, que tenga piedad y misericordia de estas familias que confían en Él.
Las oraciones de todos, pueden conseguir de nuestro Padre amoroso, verdaderos milagros. Lo último que debemos perder, es la fe en Él, y el calor de este apostolado que nos cobija, nos protege y nos acompaña."

Si Dios está con nosotros, ¿Quién contra nosotros?

UNA NUEVA ESTRELLA EN EL CIELO DEL ANE


Con mucho placer y gratitud inmensa al Señor, hoy les informamos que nació el Proyecto “Santuario de nuestra Señora Sella Maris”, como una inspiración del Señor a Catalina y reconfirmada a través del testimonio de Lulú Barney, mamá de Lorena, una joven que decidió venir, como otras antes, a pasar unos días en la casa madre del Inst. Stella Maris. El retorno de ella a casa, así como de nuestras querida Fabiola Pérez, y Marisol del Real, fue para su familia y para ellas mismas, ver una joven con el corazón y la vida transformada por la ayuda del Espíritu Santo.

Todo esto hizo que gestara en el corazón de Catalina un deseo colocado allá por la Estrella del Mar de la Vida, nuestra Señora.

Así, previa la aprobación de las autoridades del ANE internacional y la bendición de nuestra Iglesia, a través de nuestros responsables eclesiásticos, se encargó el mismo Señor de hacer que 6 jóvenes se enteraran de este proyecto y solicitaran su inmediato ingreso a la primera experiencia en grupo de las futuras “maripositas”.

Por qué estos nombres? Las mariposas se crían en los santuarios. De allí nace el nombre del Santuario de nuestra Señora Stella Maris. Cuando ingresan las chicas, lo hacen como gusanitos, orugas, para seguir el proceso de transformación de Oruga, a Crisálida (que es cuando se encierran las oruguitas) para su transformación en hermosas Mariposas listas a volar al lugar y en el estado que el Señor ha previsto para cada una.

Durante 40 días, las jóvenes, guiadas por las señoritas de Stella Maris y algunos sacerdotes y laicos, les enseñan lo básico del catecismo de la Iglesia Católica, el deseo de conocer y aprender a leer las Sagradas Escrituras, a rezar con la Liturgia de las Horas, como nos instruye hacer lo la Iglesia. La frecuencia de la Santa Misa, el rezo del S. Rosario diariamente y la adoración al Ssmo. Sacramento.

En su formación personal, son instruidas en la forma de llevar una casa. Se les enseña a cocinar, limpiar, bordar, tejer, algunas manualidades que las ayuden a desarrollar su creatividad con miras a ayudarse económicamente en el futuro. Pasan clases básicas de cantos en español y en latín. Aprenden a vivir en comunidad, a llevar los gastos de una casa, a adquirir responsabilidad en los horarios. A valorar y agradecer lo que poseen en su hogar, ya que en este tiempo viven igual que las jóvenes de Stella Maris, en pobreza, obediencia y con una vida ordenada.

Una vez por semana tienen un paseo por la ciudad, Iglesias, centro histórico, museo, el campo o la playa, el zoológico, etc. Y en sus horas de recreo disfrutan de un tiempo en la alberca o con la proyección de un video con contenido que ayude a su crecimiento espiritual.

El grupo está conformado por 4 jóvenes de Querétaro: Josefina, Martha, Juanita y Reyna. Miriam, de Toluca y Diana, del DF.

El objetivo principal, es el enseñar a las jóvenes de hoy los valores que las llevarán a formar una vida centrada en Dios, en las enseñanzas evangélicas y asumir su papel de mujeres, con responsabilidad, para que sean “luz para el mundo” y para sus hogares.

E este tiempo hacen su consagración a Jesús, a través de la Santísima Virgen, según la devota enseñanza de San Luís María Grigñon de Monfort.

Nuestro lema:
Todo en unión a Ti,
Todo por amor a Ti,
Todo para agradarte a Ti, Divino Corazón de Jesús.

Toda esperanza consagrada a Ti,
Toda alegría y todo dolor para consolarte a ti,
Todo esfuerzo impulsado por ti, Inmaculado Corazón de María.

Nuestro saludo:
Stella Maris,
Ilumina nuestra ruta

Videos Provida: Película "Dinero con sangre"