ANE Washington (EE.UU), realizó la semana pasada un pequeño evento, que por haber sido destinado a recaudar fondos para el CASANE de esa comunidad, merece nuestra atención, imitación y apoyo. Por ello, compartimos con ustedes el mail enviado por nuestro Director General, que nos sirve a todos de reflexión e impulso.
Mérida, Yucatán, 27 de julio de 2008.
Muy querido hermano Mario, Secretario de Relaciones Internacionales del Apostolado de la Nueva Evangelización, queridos hermanos miembros de la Casita de Oración San Severino y estimados concurrentes, reciban todos un saludo cordial de Paz y Bien en nuestro Señor Jesucristo.
Tengo el agrado de llegar hasta ustedes con el propósito de agradecerles en el nombre de Dios por estar allí reunidos; seguramente para compartir un momento agradable y un rico chicharrón (aunque con cierto sabor a nostalgia por nuestra pobre y querida patria); pero también, y muy especialmente, PARA HACER EL BIEN.
Seguramente la mayoría de ustedes estará al tanto del destino que se le dará a la recaudación que pueda reunirse hoy, gracias a su generosa asistencia, pero déjenme tratar de compartirles el sentido profundo de lo que, quizás algunos sin saberlo bien, están haciendo ahora con su presencia:
Al participar de esta reunión y pagarse ustedes un plato de comida, están haciendo posible que muchas personas puedan recibir no sólo el alimento material de un par de días, sino también la esperanza para poder seguir adelante, a pesar de sus difíciles y precarias condiciones de existencia…
Déjenme hablarles de la verdadera alegría que, en mi experiencia pastoral, he observado en los rostros de decenas de personas para las cuales significa tanto el hecho de sentirse consideradas, de que se les llame por su nombre, de que se las reciba con un abrazo y se las despida con una sonrisa; de que se les festeje el cumpleaños con un pastel y se les haga soplar una velita…
Permítanme expresarles también lo importante que es para estas personas, que ahora se hacen beneficiarias de la generosidad de cada uno de ustedes, el recibir en sus vidas a Dios, en circunstancias en las cuales Él viene a constituirse en el único sostén y estímulo para sobrellevar enfermedades, discriminaciones e injusticias.
Concédanme el honor, en fin, de poder decirles, en representación de todos ellos, MUCHAS
GRACIAS; que el Señor recompense con bendiciones su generosidad, que se manifiesta no sólo en términos monetarios, sino también de tiempo y esfuerzo…
Es importante y muy significativo el hecho de que hoy estén allí ustedes reunidos, a pesar de las distancias y de ser éste un día para el descanso y la familia, porque al compartir estos momentos su aporte va más allá de lo material, para convertirse en verdadera COMUNIÓN.
Igualmente, quiero agradecerles a nombre de todos los integrantes del ANE, porque con esta sencilla iniciativa están “haciendo Iglesia”, y dejando una huella, al inaugurar una nueva forma de “hacer también Apostolado”.
Reciban un abrazo fraterno en los Sagrados Corazones de Jesús y María:
Francisco Rico Toro Rivas
DIRECTOR GENERAL DEL ANE
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