El día 31 de mayo, cumple nada menos que 80 años de edad nuestra muy querida hermana Luz María Hashimoto de Leyva.
¡Estamos hablando de 80 años!, y como diría alguien: la verdad es que ahora, cualquier chiquilla cumple 80 años. Porque Luz María, para todos los que la conocemos, es una chiquilla incansable, que desde su incorporación al ANE en el año 1999, ha logrado abrir una cantidad incontable de casitas de oración en la localidad que está bajo su Responsabilidad Guasave, Sinaloa en México, de las cuales 270 casitas permanecen activas y trabajando orgánicamente en el Apostolado de la Nueva Evangelización, bajo su maternal cuidado y conducción.
Ella solía decir antes de incorporarse al ANE, que su misión en la vida ya había concluido, pero ahora, con esa risa pícara que la caracteriza, dice estar muy contenta porque a su vejez, cobrará igual que cualquier jovencito (el premio del cielo). ¡Dios quiera que muchos jovencitos pudieran recibir el premio que esta hermosa hermana tendrá ganado en el cielo!
Así se realizan los caminos del Señor: Luz María decidió abrir una casita de oración, con la esperanza de que se cumplieran las promesas del Señor en su familia, es decir, que sus hijos se acercaran un poquito a Cristo y la Iglesia. Han pasado 10 años, y se le ilumina el rostro de alegría cuando cuenta que no solo se cumplieron las promesas, sino que el Señor las rebasó ampliamente.
Su hija Brenda, es la Responsable de ANE Zona Centro, vale decir que maneja a la zona más densamente poblada del país. De sus tres hijos hombres, dos de ellos (Maisel y Tico), son miembros activos que trabajan intensamente en ANE Guasave, colaborándola en todo en los trabajos de Responsable Local, y el tercero Rodolfo, es un convertido hombre de oración y de bien. Su nuera María de la Luz García, dirige el primer programa de radio del ANE “Mi Casita de Oración” hacen más de cinco años, ahora con la colaboración de su esposo y su hermano. De su gran familia, hermanas, sobrinas, nietos, bisnietos, amigos, etc., etc., retornaron al cobijo de la Iglesia y los sacramentos.
Como ella suele decir, cuando creía que se acababa su vida, el Señor le regaló una familia tan numerosa, que ahora se preocupa por ella, la ama y la considera su segunda madre, tal como es para todos los miembros de ANE México, que damos gracias a Dios por su vida y su salud.
¡Felicidades Lucecita, que Dios te bendiga y te conserve muchos años más como ejemplo para tantos que con cariño pensamos y oramos por ti!
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